dissabte, 17 d’octubre del 2009

Borges y sus laberintos

La Gaceta, 23-08-2009

Extracto del artículo:

En Los Conjurados, su último libro, aparece una nueva versión del laberinto, Dice: Nuestro hermoso deber es imaginar que hay un laberinto y un hilo. Nunca daremos con el hilo, acaso lo encontramos y lo perdemos en un acto de fe, en una cadencia, en un sueño, en las palabras que se llaman filosofía, en la mera y sencilla felicidad. Aquí estamos lejos de ese otro laberinto que marca un destino de hierro, sin centro ni salida. Quizás tengamos que optar por uno de esos dos laberintos, por el absurdo o por el sentido. Quizás también ocurra que en nuestras vidas pasemos por ambos. Borges nos habla de un hermoso deber. El de buscar el hilo que Ariadna dio a Teseo y que él, después de su triunfo, no supo retener. Y también dice dónde encontrarlo: en la filosofía, en la fe o, simplemente, en la felicidad.
De nuevo estamos ante dos laberintos, que son dos interpretaciones de nuestro ser en el mundo. Podemos sentirnos como prisioneros en un mundo cerrado y absurdo, o vivir la aventura de una búsqueda del sentido último, de un hilo que nos conduzca a un centro donde fluye una sacralidad que nos justifica como seres humanos capaces de cumplir "un hermoso deber". Por supuesto son opciones que surgen de lo profundo, más allá de las pruebas que puede dar o negar la razón razonante. El laberinto en que vivimos puede ser la prueba del absurdo o el camino de una iniciación hacia la luz. En cierta medida, eso depende de cada uno de nosotros. Tenemos libertad para elegir.