dilluns, 4 d’octubre del 2010

La historia de mi mujer - Milán Füst

Era una pecadora, eso lo percibí de inmediato, una pecadora. Pero a mí eso no me afectaba porque me sentía muy bien con ella.
**
Jamás había pensado, por ejemplo, que el universo hubiera empezado a existir sólo para complacerme cuando yo llegué al mundo. Tampoco se me había ocurrido que a una mujer no le hubiese estado permitido vivir ningún tipo de vida hasta conocerme
**